Interrupción del embarazo, un duelo en solitario
Apoyo en situación de aborto voluntario o espontaneo en Bilabo
La interrupción en el embarazo es un tema, que por desgracia, es más habitual de lo que pensamos. Supone una situación en la que se juntan diferentes aspectos tabú como son la muerte y el fallecimiento de los bebes. Parece que si no hablamos de ello no existe. Sin embargo, el hecho de no poder hablar de ello ha generado que en nuestra sociedad no sepamos reaccionar de una manera sana ante estas situaciones tan trágicas y no podamos acompañar a los padres y madres que están viviendo esta pérdida.
En muchas ocasiones, las parejas que han sufrido una pérdida gestación al intentan buscar información, ayuda en el entorno profesional o en su círculo más cercano. Cuando dan este paso, se encuentran que en su búsqueda, la más común suele ser hacerlo por Internet, no recogen lo que ellos están buscando, dado que lo que mayormente aparece son las palabras “aborto voluntario o provocado” y no una interrupción natural como la que ellos han padecido. La ambigüedad del término “aborto” que padece nuestra lengua, dificulta el acceso a la información y su comprensión por esta vía.
En el momento que se decantan por apoyarse en profesionales médicos vemos, en muchas casos, que las respuestas no son las apropiadas: largos tiempos de espera, poca comprensión, falta de tacto a la hora de la comunicación, poca información sobre los posibles pasos posteriores (necesidad de legrado, otras opciones al respecto, autopsia del bebe para conocer la causa del fallecimiento, etc.). También, exigen casos en los que los afectados han intentado buscar apoyo o validación ha su pérdida en ayudas especializadas, en psicólogos o psiquiatras que no han sabido cómo ayudarles o no han encontrado estos espacios disponibles.
En muchas ocasiones el querer apoyarse en el círculo más cercano suele ser la alternativa más habitual. Pese a ello, las reacciones que suelen encontrar no son las esperadas o las que en esos momentos necesitan. Aun que el entorno lo haga con buena intención, no es así como llega el mensaje a la pareja afectada. Frases como “mejor ahora que más adelante”, “eres joven, tendrás otro”, “tienes que salir, pensar en otras cosas”, “ya tendrías que estar mejor, ha pasado tiempo” no ayudan a que la culpabilidad y tristeza que puedan estar sintiendo disminuya.
Para ayudar a estos padres y madres que están sufriendo una pérdida, es importante que nos mostremos a su disposición: para ayudarles con asuntos administrativos, el cuidado de otros hijos o para proporcionarles un espacio en el que puedan mostrar su dolor. En estos momentos permitir que vivan el duelo, de la manera que lo necesiten, resulta lo más beneficioso para poder llevar un proceso sano.
”Se les ha pedido que callen, que vayan a trabajar como si nada, les hemos evitado para que no nos puedan expresar sus emociones… y esperamos que el tiempo cure las heridas. Puede que el tiempo cronológico desde el suceso sea de tres años pero el tiempo dedicado es muy inferior. El tiempo no cura las heridas, lo que cura es lo que podemos elaborar mientras el tiempo pasa”. Ayudemos a que estas personas encuentren espacios profesionales y sociales en los que poder apoyarse y puedan elaborar la pérdida de su hija o hijo de la manera más sana posible.